domingo, 19 de octubre de 2025

Despedida (JIV)

 Este viaje tan lejano se justificaba por pasarlo junto a mi hermana. Hoy toca despedirse y el azar ha querido que coincida con el octogésimo cumpleaños (80) de nuestro hermano Juanjo

La despedida se produce en la puerta del aeropuerto porque ellos vuelan al continente (mainland) y necesitan que todo su equipaje, incluido el que facturarán, debe pasar el control del Departamento de Agricultura. Nosotros volvemos a Honolulu antes de comenzar nuestro regreso a España.


El vuelo solo dura treinta minutos. Había leído que en Honolulu se estrenaba un medio de transporte, metro aéreo ligero, al que podíamos acceder gratuitamente con nuestra tarjeta HOLO aunque no tenga saldo. En principio, había visto que podíamos llegar a nuestro hotel con la linea W1 y pensé que se refería al Skyline pero no era así. 

Después de recoger nuestras maletas, seguimos algunas indicaciones provisionales que parece que nos conducen hasta el Skyline. Allí, una persona de la compañía ataviada con un chaleco amarillo nos da una serie de indicaciones de forma un tanto imprecisa. Todo es muy novedoso y nadie tiene la información precisa aunque su trato es amable y colaborador. Tres señoras que están ocupando su tarde de domingo en ir de aquí para allá en el nuevo transporte, nos ofrecen su ayuda y nos acompañan hasta otra parada para que podamos alcanzar nuestro hotel con la mejor combinación de transporte posible. Allí, nos dejan al cuidado de otra señora que nos acompañará unas paradas en el autobús que con sus indicaciones nos dejará en una parada a pocos metros de nuestro hotel. 

Fue un recorrido de más tiempo que si cogiésemos un taxi pero ha sido totalmente gratis y nos ha permitido conocer más a la población trabajadora de esta ciudad. La última señora nos dijo que procedía de Filipinas y que aprendió español en la escuela. Todavía recordaba algunas de las expresiones que aprendió.

Viajar en autobús siempre te permite conocer el pulso real de una ciudad.

La habitación del hotel es mejor de lo que habíamos contratado y nos encontramos en el piso vigésimo octavo (28º) . Mañana cuento las sensaciones de estar a esa altura.



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