martes, 5 de mayo de 2009
¿Qué estamos haciendo mal?
Dos actividades hoy en la facultad que no han tenido la respuesta de público acorde con el esfuerzo organizativo y económico realizado:
a) Primera conferencia del ciclo "En primera persona", hoy tocaba el tema: "La prevención del maltrato desde el ámbito escolar" Tomás Gómez de Valenzuela (Subdirección Provincial de Protección a la Infancia) Unas 15 personas. No dabamos crédito.
b) Donación de Sangre (solo 25 personas en todo el día)
Parece que la vocación del estudiante por aprender, por ser solidario no responde a los resortes motivadores que en otros tiempos fueron válidos.
No lo sé, pero me ha hecho recordar que muchos de mis aprendizajes se realizaron en el bar de la Facultad: haciendo trabajos pero sobre todo conversando. Igualmente, recuerdo un viaje en tren en el que me encontré a una persona casi ciega que viajaba en solitario por España y me interrumpió mi lectura de un libro con un comentario simple y al final de una enriquecedora conversación para mí, me pidió disculpas diciendo que no me había dejado leer mi libro. Mi respuesta fue:
"El libro lo leeré esta noche, pero con Vd. no tendré otra oportunidad para intercambiar ideas y experiencias". Más o menos porque estoy ocurrió hace unos 33 años.
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2 comentarios:
Desde luego, algo no se está haciendo bien.
Quizá saturar a los alumnos de clases y trabajos académicos.
Quizá nadie está acostumbrado a "utilizar" la Facultad para cosas distintas de las docentes/discentes, porque la oferta es (digamos "era") escasa.
Quizá estamos acostumbrados a pensar que nada es urgente cuando no nos atañe directamente; "puedo dar sangre cualquier otro día", que al final se traduce en nunca.
En cualquier caso, hace mucho que pasa esto, y probablemente seguirá pasando.
Aunque es bueno que el decano, al menos de momento, sea consciente y esté preocupado por el particular.
A los estudiantes, por mucho que hablemos de vocación de ser maestros, lo único que les importa es el título. Todo lo que no sea obligatorio no acudirán, y un aplauso para esas 15 y en el segundo caso 25 personas, que son los que realmente valen la pena, en un futuro como buenos profesores. Fijense en ellos, de ahí se puede sacar grandes profesionales.
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