Solo el Gobierno Vasco se ha animado a invitar a las escuelas a que puedan abrir aunque sea a medio gas y con voluntariedad de Centros y de Familias.Pero a nivel nacional, españoles e italianos no hicimos como franceses o alemanes. Nuestra mayor preocupación era que se abrieran las terrazas para tomar un café o una cerveza.
Me entristece este deseo que poner por delante el carpe diem antes que la formación de las nuevas generaciones.
Mañana escribiré sobre la ocurrencia de la ministra Celaá de cambiar bibliotecas y gimnasios por aulas para aparcar a los escolares.
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1 comentario:
Estimado colega.Bien es cierto que los españoles estábamos esperando con la desescalada la apertura de las terrazas.No hay más que ver como están de llenas para deducir el ansia de su espera.Pero....la vuelta a las aulas de nuestros niños y niñas,en estos momentos todavía con frecuentes contagios y fallecimientos,la verdad es que me preocupa.La razón es obvia, los menores no son conscientes del peligro que corren y son incapaces de estar sin acercarse a menos de dos metros, por mucho que se les diga y mucho control que se tenga.Si a eso unimos, que el planteamiento académico no era para avanzar ni recuperar materia,sino como refuerzo inespecífico,no me queda claro si sería conveniente abrir las aulas 15 días antes del verano o si lo más sensato es dejar al alumnado que reposen la pandemia y para el próximo curso (que el mes de septiembre ya está ahi), se les presenten unas alternativas claras y pedagógicamente adecuadas.
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